Ahora,
hace una semana que estoy en España, viviendo en el piso de mi española,
Ariadna. El primer día, estaba perdida, me acuerdo del sol y del calor, me
parecía muy extraño ¡en este mes de diciembre! Me gustó mucho el viaje en coche del
aeropuerto hasta el piso porque vi un paisaje nuevo muy bonito.
Lo que
me sorprendía al principio era la comida: los horarios son muy diferentes a los
de Francia, y la gente nos está dando siempre algo para comer… ¡Tengo la impresión
de estar siempre comiendo!
Estoy
aquí en invierno, entonces, hace fresco. Para mí, es una temperatura agradable
pero los españoles tienen mucho frío. En todas las casas, debajo de la mesa,
hay un brasero para que la enagua esté caliente, y la gente se pone esta enagua
como una manta. Es agradable, pero es demasiado caliente a veces.
brasero sin enagua... ... y con enagua.
Llegué
el 29 de diciembre, entonces, pasé la Nochevieja aquí. En primer lugar, con la
familia hasta que comimos las 12 uvas con las campanadas. Luego, en un bar con
los amigos, y finalmente en una discoteca, con los amigos que tenían la
autorización de los padres. Una cosa nueva para mí porque en la calle, ¡hubo
muchos jóvenes durante toda la noche!
Me
gustó mucho esa noche, pero el uno de enero fuimos al restaurante con toda la
familia temprano. Sin embargo, estaba demasiado cansada, entonces ese día lo
pasé mal. Pero una buena noche durmiendo ¡y todo fue mejor!
Me
siento muy bien en España, no echo mucho de menos a mi familia, el idioma es
menos difícil a medida que pasan los días, y me llevo muy bien con mi familia
de acogida. Para charlar con otros jóvenes, por ahora va bien pero ya veré como
irá todo cuando empiece el instituto. Estoy muy contenta de estar en España,
siento ya que será una experiencia muy enriquecedora.
Cloé.
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