Las clases de aquí no se parecen a las de España. Aquí los
alumnos son muy educados y llaman "señor" a los profesores. Son más
cortas las horas, aunque hay más horas de clase. Son de 8:15 a 17:45. Me parece
que en España, aunque demos muchísima materia, la aprendemos de memoria y se
nos olvida al día siguiente. Aquí hacen exámenes cortos y día a día repasan lo
que dieron los días anteriores. La cosa está en aprendérselo no en memorizarlo
para ver quien saca más nota.
También en las clases como biología o química hacen mucha
práctica en vez de teoría y está muy chulo porque aprendes más.
La relación entre los alumnos es también diferente. Hay varios grupos en una clase, no son una
piña como lo somos en España.
A medida que van pasando los días voy comprendiendo mejor
las clases. Al principio no entendía ni dos palabras seguidas, ahora lo entiendo
casi todo. Voy al día como mis compañeros de la Seconde 5.
Carmen.